VENÍ Y CANTA!!

Mas que voces, buscamos gente que ame la musica latinoamericana y con un fuerte acento en el folklore y rock nacional.
Que ame la poesia latinoamericana, y que mas que una buena voz, tenga amor por la tierra misma.
Somos Carina Bosotti y Daniel Kaimanta y nos hemos propuesto formar un vocal que recorra el repertorio latinoamericano de manera sencilla y simple, en la busqueda del encuentro con la gente mediante el canto comunitario y poder interpretar a poetas y cantores de nuestra tierra. De manera libre, sin un director, y basado mas en una experimentacion de los sentidos y de lo que los poetas nos quieran decir. Sin olvidarnos que cantamos para la gente y su entorno.
VOCAL SURI (vocablo quechua de ÑANDÚ) te espera.
Estas invitada e invitado. Los ensayos seran en la zona de Mataderos, los sábado por la mañana. Si te interesa llama a: 15-4033-0500.
Gracias

domingo, 23 de agosto de 2009

ALTURAS DE MACCHU PICCHIU




Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra, labrador,
tejedor, pastor callado: domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado: aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados: agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado: traed a la copa de esta
nueva vida vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco, decidme:
aquí fui castigado, porque la joya no brilló o la tierra no entregó
a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales, las viejas lámparas,
los látigos pegados a través de los siglos
en las llagas y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena, eslabón a eslabón,
y paso a paso, afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos, como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años, edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Hablad por mis palabras y mi sangre.


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